Vinos de Maison Sichel y el plato navideño venezolano

Con sus vinos de Burdeos y Gascuña, apenas una pequeña parte de su complejo portafolio, Maison Sichel nos recuerda que Francia no está representada únicamente por caldos excesivamente costosos y sólo para iniciados sino que también hay alternativas deliciosas, con personalidad pero sin demasiadas complicaciones que son capaces de dar al plato navideño venezolano un perfil diferente.

Armonía natural. Sichel Bordeaux Rouge. Un atisbo a todo el despliegue del que es capaz Burdeos con un corte que en este caso privilegia a la variedad merlot y a las notas afrutadas con taninos sedosos. Digno ejemplar de los dóciles tintos franceses que pueden acompañar la comida sin interferir demasiado en los sabores. Un vino que siempre va a invitar a una copa más.

Armonía sorprendente. Harmonie de Gascogne rosé. En la tierra del Armagnac, Domaine de Pellehaut elabora este rosado que por sus variedades que incluyen tannat, syrah, cabernet sauvignon, merlot y malbec, es más que un simple aperitivo, un vino de placer gastronómico a la hora de realizar la elección para la cena navideña. Todos los aspectos están cubiertos: malbec y syrah añaden especias, la merlot frescura y la cabernet sauvignon el cuerpo suficiente para disfrutar todos los elementos del plato navideño venezolano. Una celebración del placer de la buena mesa.

Armonía inusitada. L’été Gascon. También de Domaine de Pellehaut, este vino semidulce es una apuesta fuerte para aquellos que desean explorar el lado menos convencional de las armonías. Corte de gros manseng y chardonnay, su dulzor va siempre acompañado de recuerdos cítricos y su untuosidad acompaña el carácter graso de la mayoría de las preparaciones tradicionales. Opción inobjetable para quienes prefieren sólo servir hallaca y ensalada de gallina.

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