3 pecados del gin tonic

Hacerlo“más cargado”. La proporción entre gin y tónica siempre es un tema de discusión. Hay puristas que la ubican en un 20% de gin y 80% de tónica, hay quienes prefieren hacerlo con 1/3 de gin y el resto de tónica, pero lo cierto es que a medida que te acercas a una combinación que tenga casi 50% de gin este cóctel pierde su sutileza y sus matices. Recuerda que si lo quieres más intensos hay gin con un mayor contenido de alcohol de forma que puedes optar por ellas pero siempre será un error agregar un exceso de gin.

No enfriar la tónica. En realidad, lo ideal es que todos los elementos del gin tonic estén fríos, sí, aunque los vayas a colocar sobre hielo. Justamente por el tema de las proporciones, si agregas una tónica caliente o temperatura ambiente, vas a hacer que el hielo se derrita más rápidamente, el carbónico se sentirá más agresivo y vas a desequilibrar tu cóctel.

Revolver demasiado. Estrictamente hablando, un gin tonic debe revolverse una sola vez de abajo hacia arriba con una cuchara mezcladora para incorporar los ingredientes y ya, no hay que hacer nada más. Y, de hecho, ese movimiento debes realizarlo cuidando de no romper demasiado las burbujas de la tónica, así que recuerda que en el gin tonic, literalmente, menos es más.

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