3 razones para descubrir las eaux-de-vie francesas

Junto con los grandes destilados de uva como el cognac y el armagnac, el mapa del buen beber en Francia ofrece también los aguardientes o brandys de frutas y aquí te contamos por qué vale la pena descubrirlos

Sobremesa. Por su grado alcohólico y su ligero carácter frutal, estas son bebidas para disfrutar en la sobremesa después de una comida en la que se han acompañado los platos con vino. Servidos preferiblemente en copa tulipán, estos aguardientes permiten dar un cierre placentero a una comida.

Aromas. Uno de los verdaderos placeres de estos productos es su expresión aromática que sabe mezclar el carácter franco de la fruta madura con toques almibarados y algunos destellos especiados. De la delicadeza de la frambuesa a la voluptuosidad de la pera Williams y a la intensidad de la cereza Mirabel, cada vez que se sirven un eau-de-vie se puede anticipar un placer olfativo único.

Tradición. Por varios siglos, familias como Meyer en Alsacia, se han dedicado a dominar el arte de la destilación de frutas. Se seleccionan los frutos en óptimo estado de maduración se fermenta, se destila en cobre y se trata de embotellar tan pronto como sea posible para conservar las delicadezas de cada una de las frutas en los aromas y sabores que pueden disfrutarse. Sin duda gran parte del gusto de estas bebidas reside en que son testimonio vivo de las generaciones que se han dedicado a su producción.

En Venezuela, Alimentos Fusari ofrece las eaux-de-vie de Meyer que incluyen la clásica Kirsch, Poire Williams, Mirabelle y Framboise.

Novedades